Por flexibilidad se entiende a la característica
de flexible. Se trata de una palabra que permite resaltar la disposición
de un individuo u objeto para ser doblado con facilidad, la condición de
plegarse según la voluntad de otros y la susceptibilidad para adaptarse a
los cambios de acuerdo a las circunstancias.
La flexibilidad de tipo muscular, en este contexto,
identifica a la capacidad de un músculo para
poder ser estirado sin sufrir daños. Esta posibilidad está determinada por el
espectro de movimiento de los músculos que forman una articulación.
En este sentido, podemos decir que entre las personas que
tienen más flexibilidad muscular nos encontramos a las deportistas que
practican gimnasia rítmica. Y es que como se ve en sus distintos ejercicios son
capaces de realizar movimientos y posturas casi imposibles para el resto de los
mortales.
Igualmente podríamos destacar a una serie de profesionales que suelen trabajar en circos y grandes espectáculos y que reciben el nombre de contorsionistas. Estos tienen la cualidad de poder llevar a cabo una serie de movimientos anómalos del cuerpo que desde luego llaman la atención y sorprenden a todo el mundo que ve sus números.
Cabe destacar que existen múltiples ejercicios o rutinas que permiten mejorar la flexibilidad muscular. Los más usuales forman el método estático pasivo, que consiste en estirar los músculos de forma lenta hasta su máximo posible sin experimentar dolor o sensaciones desagradables. Este estiramiento puede realizarse con ayuda de otras partes del cuerpo, de algún asistente o de un aparato.
Al realizar estos ejercicios con cierta frecuencia, el sujeto notará cómo su flexibilidad comienza a mejorar. Es recomendable, de todas formas, contar con el asesoramiento de un especialista antes de fijar una rutina para evitar daños en los músculos.
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